¿Qué es FLACAM?

Testimonio de uno de sus principales protagonistas: Mgter. Carlos GÓMEZ

En el campo del desarrollo sustentable el propósito más alto es llegar al momento en que se haga posible la sustentabilidad en acción; lo que ocurre solo a través de proyectos que parten de la complejidad y que acompañe un profesional que haya validado sus ideas fuerza en el consejo de un cuerpo comunitario, en un contexto colectivo, en una plataforma de actores políticos o de entes económicos. Los proyectos emergen de necesidades concretas y las necesidades evolucionan. Sin embargo, para cualquier proyecto es indispensable desarrollar en la sociedad el conocimiento de la sustentabilidad, paradigma que reconoce la articulación imprescindible entre desarrollo económico, con justicia social y cuidado ambiental. Paradigma que sin ser reciente aún no tiene suficientes instrumentos filosóficos y pedagógicos para consolidarse en las acciones humanas y elevarse como plataforma multidimensional para lograr la paz y la equidad. Pareciera que estuviéramos hilvanando con hilos retóricos algo utópico, pero otro mundo puede ser posible si llevamos a la concreción la sustentabilidad.

            Para comprender mejor los alcances internacionales del Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales (FLACAM) es preciso contextualizar su historia en el génesis global del desarrollo sustentable.

            Desde 1968 en el conglomerado intelectual que se conoció como Club de Roma, se atisbaba ya la crisis planetaria en la que se encuentra sumergida la humanidad. En 1972 ese conjunto de empresarios, científicos e intelectuales de 52 países publicó la obra “Los límites del crecimiento” que detonó un proceso de concienciación planetaria irreversible. Empezaba a hacerse claro que algo estaba sucediendo mal en la administración y cuidado de los recursos naturales de la Tierra. Estos precursores de la sustentabilidad advirtieron que se estaba a punto de sufrir una debacle energética ligada a una mayor hambruna y desigualdad.

Los megas poderosos de entonces, tanto países, como magnates trasnacionales que explotaban el medio ambiente sin ética y sin respeto a su capacidad para auto regenerarse, no tuvieron interés en plantearse alternativas para un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y siguieron en la ruta de la explotación sin límite.

Pero los límites ya estaban allí, y los empresarios no tenían argumentos que ofrecer, solo el productivismo sin líneas base, ni topes máximos; el estilo de vida en los países del norte validaba el consumo excesivo, que actualmente debe detenerse por medio de una nueva cultura para consumir conscientemente. La sobre producción que atendía las demandas imparables de insumos, productos y energía se abastecía de unas fuentes de recursos a otras, mientras se iban agotando. El paisaje se fue ensombreciendo, e interrumpiéndose drásticamente el diálogo entre los seres humanos y su entorno natural.

Había un temor fundado en la cosmovisión de los pueblos originarios del mundo de que sus dioses estaban por mostrar un gran enojo ante el maltrato de las expresiones hídricas y de la atmósfera.

Y la Tierra habló manifestándose en inmensas calamidades telúricas, en maremotos sorpresivos y en huracanes cada vez más devastadores.  

            La Organización de las Naciones Unidas ya había sido establecida en junio de 1945, hace 78 años, principalmente como gran árbitro para los asuntos bélicos, pero en vista de la devastación ambiental creciente en el planeta se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en el año de 1972 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. A este programa se le conoce ahora como ONU Medio Ambiente.

Ya existían conflictos entre algunas naciones por el derecho de usar mares en común; o fuentes de agua tales como cataratas o caídas, montañas y sierras compartidas incluyendo ínsulas; pero ahora la problemática también considera la salud pública y los efectos de la industria en la contaminación atmosférica binacional.

Las relaciones multinacionales son fundamentales para el resguardo del respeto internacional no solo de los límites fronterizos, sino de la soberanía alimentaria; de la cultura inmaterial y material de los pueblos originarios y mestizos: del territorio autóctono más allá de las fronteras impuestas por la conquista y colonización.

Ahora, frente al colapso climático que se avecina, el empleo de las energías limpias es lo prioritario, aunque hay naciones que insisten en su explotación debemos eliminar progresivamente los combustibles fósiles. Es un hecho que siguen aumentando los litigios climáticos para determinar culpables (gobiernos, empresas o emisores diversos) de la excesiva emisión de gases de efecto invernadero, pero en tanto se determina quiénes son los responsables, se debe actuar para contener la crisis climática que resulta ser la más grande amenaza para los derechos humanos en la actualidad: el derecho a la paz.

            En el 2023 se superó el récord de las más altas temperaturas en el mundo. El noventa por ciento de los arrecifes de coral están en riesgo por las olas de calor oceánicas.

La justicia climática afecta a la biodiversidad en el planeta, tenemos que luchar contra la desertificación restaurando la tierra especialmente los manglares que dan alimento y protección a las comunidades costeras. La producción de plásticos es avasallante, 430 millones de toneladas de plástico anuales. Hemos hecho muy poco para minimizar el uso de plásticos que llegan hasta los mares contaminándolos irremediablemente.

            En 1989, en la sede de la UNESCO en Montevideo, Uruguay, se creó el Foro Latinoamericano ce Ciencias Ambientales (FLACAM), poniéndose en funcionamiento en 1990 en La Plata, Argentina. Desde su génesis bajo el capelo de una institución marco de las Naciones Unidas, FLACAM ha asumido un rol multicultural desde el mismo contexto de su Cátedra en la que ofrece un magister en Desarrollo Sustentable desde 1990; en1997 en coordinación con la Universidad Nacional de Lanús, se diseñó una especialización consagrándose diez años después en 2007 el magister en desarrollo sustentable con la acreditación del Gobierno Nacional de Argentina.

            Algo muy subrayable es que la instancia que participó en los diálogos en 1989 para visualizar la creación de FLACAM fue la Fundación CEPA constituida en 1974 en La Plata, Argentina, seguramente con la buena influencia de la existencia del Club de Roma; es decir, FLACAM tiene raíces de principios de la década de los setenta lo que le da mayor pertinencia en el ámbito internacional.

La multiculturalidad de FLACAM procede del origen de los alumnos ya que la metodología y enfoque flacamiano ha sido estudiada y aplicada por hombres y mujeres de la región de Latinoamérica y el Caribe quienes como trabajo de titulación deben proponer un proyecto vinculado a su realidad. Entonces, desde la diversa procedencia de los alumnos de FLACAM se generan puentes entre docentes y estudiantes que van más allá del tiempo de enseñanza aprendizaje en las aulas y de manera virtual. En mi caso he sido testigo de la manera que el conocimiento flacamiano se ha hecho presente en ciudades mexicanas ya que su abordaje es amplio; lo mismo que en temas de arquitectura y urbanismo, que en temas de turismo, cultura y política pública.

Debo señalar que los alumnos son elegidos previamente por un comité de admisión habiendo demostrado ser un enlace genuino con poblaciones meta y es en razón a los proyectos planteados para mejorar el desarrollo sustentable en estas poblaciones, que se les acepta para ser parte de una nómina de profesionales que tiene propósitos académicos y de fraternidad.

Sabemos que se acuñó el término sustentabilidad en el informe presentado por Gro Harlem Brundtland en 1987 quien fuera presidente de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo “Nuestro futuro común” cuando era la ministra de Noruega y lideraba a sus homólogos interesados en medio ambiente de todo el mundo.

El esfuerzo de FLACAM como instancia académica fue el primero en América Latina, cuando apenas se empezaba a deletrear y degustar el concepto de desarrollo sustentable. Por citar otra referencia histórica el Consejo de la Tierra se estableció unos años después, en 1992.

            FLACAM con 34 años de existencia ha sido el crisol de la Visión Sur-Sur incorporando la mirada latinoamericana de la sustentabilidad.

La Visión Sur-Sur fue construida precisamente en la sede de la UNESCO en Montevideo, Uruguay. En la celebración del trigésimo aniversario de FLACAM se congregaron en un foro intelectuales, profesores y exalumnos en septiembre de 2019 para dialogar sobre cuáles deberían ser los objetivos de la sustentabilidad desde nuestra escuela de pensamiento centrándose en una visión en la que los países del sur se reflejen entre sí y construyan una nueva realidad más allá de los imperios.

Me agrada declarar que en este foro se planteó la convergencia entre los conocimientos ancestrales y populares con lo más avanzado de la ciencia y el arte lo que de sí implica una cultura integradora. Eso significa también dar valor a los pueblos originarios de los países de la región. Las conclusiones de este Foro Visión Sur-Sur fueron las siguientes:

·         Asumir el cambio de paradigma y la búsqueda de nuevos conocimientos integradores y transversales, como escuela de pensamiento comprometida con el cambio de época.

Jugar las acciones de pensamiento y acción en el ámbito de ese cambio y no dejarse atrapar por las manipulaciones del poder de la época en crisis.

·         Incentivar la inteligencia del bien común, horizonte imprescindible para oponerse a la inteligencia del egoísmo del bien excluyentemente individual.

·         Asumir ese cambio en las actitudes y aptitudes del nuevo saber, pero también en las destrezas que consagran el nuevo hacer en prácticas socialmente incluyentes y científicamente transversales y holísticas.

·         Asumir entonces que: Debemos defender las múltiples formas de conservación, pero    extendiendo el nuevo hacer a todo el territorio en crisis y no solo a islas de buen manejo.

·         Debemos asumir la dimensión del riesgo, no solo del cambio climático sino de cualquier forma de agresión natural y social.

·         Debemos saber que hacer frente a la emergencia, atendiendo no solo a los efectos sino buscando eliminar las causas del impacto.

·         Debemos asumir la proyectualidad como ese nuevo saber diestro, capaz de atender los cambios de la nueva época de manera leve, sobre la marcha y resiliente.

·         Debemos asumir la empatía y la comunidad proyectual con la cultura y la educación como fuerza de cambio.

Finalmente, la conclusión culminante del foro fue asumir la red y la red de redes para universalizar el cambio, esto es holismo y tiene un carácter internacional.

            Rubén Pesci, líder académico y moral de FLACAM ha sido creador de la ciencia de la Ambitectura y ahora está encabezando el debate sobre la inteligencia del bien común, como un nuevo paradigma flacamiano.

El Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales tiene una presencia clara y comprometida en el contexto internacional. Por puntualizar algunas de sus incursiones, en 1996 participó en el Congreso de la UIS en Barcelona; en 2012 participó en Río + 20, en Río de Janeiro, Brasil; en 2013 se acudió a París, Francia, para una reunión con presidentes de Cátedras UNESCO; en 2022, a cincuenta años de la Convención para la protección del patrimonio mundial cultural y natural, la Red FLACAM participó representando a la región de América Latina y el Caribe en la Comisión de Sustentabilidad dentro del Congreso Nuestro Patrimonio Común. 

FLACAM está vinculado a líderes de pensamiento globales como Francesco de Castri, que fuera director general  de la UNESCO;  el arquitecto Francesco Bandarin que fuera subdirector general de UNESCO; el pensador y escritor Ramón Folch oriundo de Bracelona; Sergio Los creador de la proyectación ambiental que es base del enfoque y metodología flacamiano; el historiador y crítico de arquitectura Bruno Zevi; Sergio Guevara, gran biólogo y ecólogo mexicano; Enric Carrera de la Universidad Politécnica de Cataluña; el venezolano Tomás Bandes; el geólogo brasileño Rualdo Menegat y John Celecia directivo mundialen el tema de las áreas de reserva de biósfera: en palabras de Rubén Pesci, cito: “una corte de acompañantes y promotores de nivel internacional”.

A lo largo de su historia FLACAM ha participado en el programa Habitat de la UNESCO y en proyectos financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial. Representa una escuela de pensamiento orgánico, creativo y holístico.

Entre sus miles de alumnos se ha generado una oferta de proyectos ligados a la sustentabilidad, es decir a la elevación de la calidad de vida de comunidades y ciudades latinoamericanas incidiendo en la restauración de los ecosistemas de la biodiversidad y en la restauración de la confianza global. Quienes formamos parte de la estructura humana de FLACAM creemos que otro mundo es posible.

Otro mundo es posible,

si tú lo quieres

si tú lo sueñas,

si lo construyes.

Otro mundo es posible

si lo deseas,

si tú lo piensas,

si tú lo sientes.

Un mundo sustentable

donde se siembre el amor, y germine la belleza.

Un planeta habitable

donde no exista el hambre, ni la extrema pobreza.

Somos una familia humana,

una comunidad terrestre, un futuro común.

Somos el día de mañana,

todos, los unos y los otros, responsables de aquí.

No tengamos más,

¡seamos más!

Las especies peligran

se extinguen por doquier.

Los recursos se agotan

y se pueden perder.

Nuestro mundo es muy frágil

lo debemos cuidar.

Entendámoslo a tiempo,

¡la Tierra es nuestro hogar!

¿Por qué no construir un mundo sustentable?

y hacer menor la brecha entre ricos y pobres.

¿Por qué no elegir un ambiente amigable,

con justicia económica y cultura de paz.

Toda forma de vida

que hay sobre la Tierra,

debemos respetarla,

cuidarla, protegerla.

Con tu esfuerzo y el mío,

con tu quiero y mi quiero,

se andarán los caminos,

se andarán los senderos.

 Con tu fe y convicción

con ejemplo y vigor

cambiaremos el mundo,

¡viviremos mejor!

Otro mundo es posible,

donde surja lo bello,

donde impere lo justo

y se acepte lo diverso.

Donde no haya cohecho,

ni abuso de confianza

ni poder que corrompa

ni falta de esperanza.

Otro mundo es posible, si lo queremos

por el bien de los hombres que nacerán.

Eso es necesario, y lo lograremos,

desde nosotros mismos sucederá.

¡Otro mundo es posible y sucederá!